martes, 20 de enero de 2015

Proyecto de Vida y Propósitos de Año Nuevo

TARDES DE MANUALIDADES Y CAFÉ
21 de enero de 2015
Proyecto de Vida
y Propósitos de Año Nuevo
Por María Antonieta Campos Badilla

Habiendo aclarado cuál es nuestro proyecto de vida (el mío es vivir amando-dando, véase la reflexión de la semana pasada) entonces nuestros propósitos de año nuevo deberían ser coherentes y mantener una relación cercana con estos.
Tener nuevos propósitos cada año no es una obligación, pero es una buena práctica para quien quiere asegurarse de caminar hacia el lugar al que quiere llegar. Y planear las actividades más pertinentes para alcanzar nuestros objetivos y organizarlas en el tiempo y de acuerdo con nuestras posibilidades reales no es fácil.
Una buena recomendación para organizar los propósitos de año nuevo  es abarcar todas las áreas de nuestro ser integral, y hacer listas de chequeo en las que podamos definir cuáles actividades realizaremos para crecer en cada área seleccionada,  y luego poder marcar cada actividad en el momento en que cumplimos con ella. Al final del año podremos tener una noción clara de lo que logramos y lo que no. El tiempo, también tiene que estar definido, pero de esto hablaremos más adelante; por ahora definamos las áreas importantes, para mí son las siguientes:
1.       Atención personal y salud integral (espíritu, alma y cuerpo). Una persona que no se nutre a sí misma con amor y atenciones para su salud integral difícilmente contará con los recursos para dar.
2.       Desarrollo de las competencias profesionales y de ejecución cotidiana. Tanto personal como académica y profesionalmente necesitamos crecer, entre más crecemos más posibilidades tenemos de impactar nuestro entorno con aportes positivos; también es necesario esforzarnos por desarrollar mejores competencias para satisfacer nuestras necesidades personales cada día.
3.       Tiempo para compartir y establecer vínculos. El compartir se logra cuando dedico tiempo a estar con otros, a observarlos, a escucharlos, a comprender sus necesidades, cuando me dispongo a dar en un espacio de tiempo estructurado en el que le doy mi amor y atención a una persona, un grupo o un  ambiente específico.
Ahora bien, si se trata de establecer propósitos de año nuevo, entonces es necesario definir actividades específicas por realizar. Sigamos con el ejemplo de la semana pasada; les cuento que en estos días he logrado comprar algunos productos a la vendedora de flores de la calle, pero una pequeña ayuda no constituye un estilo de vida que dé sentido a mi existencia. Para mejorar puedo pensar que quedan otros muchos pendientes en mi lista de formas de compartir, por ejemplo,  acomodar mi closet y seleccionar un grupo de prendas de vestir para regalar, organizar mis finanzas y compartir un porcentaje con alguien que lo requiera, continuar con mis publicaciones en este blog para ayudar a quienes puedan necesitar  organizarse un poco, atender a las personas que llegan a nuestros talleres con mucho amor y esmero, etc., pero hacer las cosas en desorden puede implicar simplemente una buena intención y no un propósito alcanzable. Así, he decidido utilizar mi diario de autoconocimiento para registrar todo aquello que hago y que se relaciona directamente con mi proyecto de vida.
En este diario anotaré:
1.       Una actividad semanal que haya ayudado de manera especial a mejorar mi bienestar personal. Trataré de alternar entre el registro de actividades espirituales, socio-afectivas y del cuidado de la salud física.
2.        Una actividad semanal en la que haya podido mejorar mis oportunidades de desarrollo de competencias; por ejemplo, mi participación en el concurso de alguna consultoría, el avance en alguno de los capítulos de mi tesis, alguna reunión con alguna empresa o grupo con el que pueda establecer convenios, el diseño de una nueva colección de joyas y accesorios, una charla impartida, un curso ganado, etc. En cuanto a mis competencias más cotidianas y personales puedo anotar cuando haya terminado de leer algún libro interesante, cuando haya escrito algún ensayo o carta significativa, cuando haya pintado un cuadro que me gusta, cuando haya colaborado con mi familia en la resolución de algún problema particular, y cualquier otra que me haya requerido un esfuerzo cognitivo suficiente para desarrollar más habilidades para mantener mi independencia.
3.       Una actividad semanal en la que haya compartido con una persona o un grupo en especial, procurando que ese compartir trascienda en sus vidas y que no sea sólo una ayuda pasajera poco significativa.
     Es así de sencillo, los propósitos de año nuevo deben traducirse en actividades medibles con productos tangibles. Tres por semana, asegurarán el cumplimiento de mis propósitos y ayudarán a fortalecer mi sentido de vida.
     Ahora bien, te motivo a definir tres áreas de trabajo como lo he hecho yo en este escrito, y a registrar tus logros semanalmente. Tres logros por semana. Y en cuanto a la actitud por mantener durante el año recuerda: “Dios pone en nuestro corazón el querer como el hacer” (Filipenses 2:13), poner atención a tu corazón será suficiente para mantener tu norte.

miércoles, 14 de enero de 2015

Sentido de Vida

TARDES DE MANUALIDADES Y CAFÉ
14 de enero de 2015

Sentido de Vida
Por María Antonieta Campos Badilla

Vivimos nuestra vida con esperanza cuando tenemos un propósito, un proyecto, un plan, un aporte que dar, una forma de trascender...  Dividimos la vida en ciclos, y esperamos en cada ciclo lograr algo importante (sea que lo planeemos o no) algo que nos haga sentir importantes, algo que le dé sentido a nuestra vida.
Algunas personas sopesan sus logros cada nuevo año; algunos otros, como mi abuelito Hernán creen que su vida se divide en ciclos de diez años; otros, la dividen por etapas de desarrollo y otros según los ciclos académicos y laborales. Sea cual sea la división que hagamos, siempre hay un punto en el que nos detenemos e intentamos ver atrás, reflexionamos en lo ocurrido, agradecemos los logros y tratamos de partir de cero borrando (si se puede) aquello que consideramos fracasos.
Pero todo suma, todo lo que vamos haciendo suma su parte en una estructura que construimos y que es puesta a prueba con fuego; una estructura en la que se mantiene sólo aquello que es valioso y que es bueno para continuar construyendo hacia arriba.
¿Sabemos, acaso, qué es lo que estamos construyendo y cómo podemos llevar a cabo nuestros planes?
Por ejemplo, yo pretendo construir una vida de amor, de vínculos fuertes con los demás, de solidaridad, de lealtad y de apoyo mutuo con aquellos que me rodean. Quisiera vivir una vida en donde la compasión en mi corazón sea suficiente para comprender las necesidades de los demás e impactar positivamente en sus vidas.
Pero de forma paralela, tengo una vida llena de necesidades, una vida en la que casi siempre, cuando puedo pensar en las necesidades de otros, estoy pensando en alguna necesidad mía, en algo que deseo o en el siguiente paso. Conduzco mi automóvil  todos los viernes, pasando por un semáforo en el que trabaja una mujer que vende flores, estas casi siempre están medias marchitas y son caras. La mujer está allí ya sea que llueva, haya un sol intenso o un fuerte viento frío. Cada vez que llego al semáforo en rojo pienso en la valentía y gran esfuerzo de aquella mujer; siempre vuelvo a ver el cajón de mi automóvil en el que deberían estar las monedas, pero nunca tengo nada para compartir, siempre pienso que la próxima vez traeré dinero pero no lo hago porque siempre salgo corriendo de mi oficina pensando en mí, en lo que me falta por hacer, en la cena, en mi esposo, en mi familia… Otras veces simplemente pienso que gastar tanto dinero en unas flores que no necesito es un lujo que no me puedo dar. ¡Triste mentira!, a mí nunca me ha faltado nada, ni siquiera ahora que no tengo un salario fijo.
¿Cuál es mi fe? ¿Por qué cuestiono si tengo suficiente para compartir? ¿Por qué me pregunto si el indigente que pide dinero en la calle se merece mi caridad o si debe ir a trabajar? ¿No es eso juzgar? ¿Por qué no recuerdo en todo momento que la fuente que satisface todas mis necesidades es Dios y que Él solamente me está pidiendo que yo sea un vaso del que otros puedan tomar el agua viva que Él puso en mí?
Este año, si algún sentido de vida quiero  que dirija mis planes, es el sentido del dar sin condición. Mi mamá dice que el cinco es el número de la gracia, el año 2015 será el año de la gracia de Dios. Sin duda espero que Él me bendiga, como todos espero que este nuevo año sea mejor, y cada vez mejor, pero ¿cuáles son los planes que tengo para mi vida? Cualesquiera que me proponga, espero que Dios tenga misericordia de mí y me permita ver el mundo con sus ojos de amor y compasión, que me permita dar-amar sin pensar, sino con el corazón. Él pensará por mí.

Ahora te pregunto, ¿qué es lo que quieres que dé sentido a tu vida, que dirija tus planes, que te llene de esperanza y de fe?