¿Qué significa “yo soy mía”?
Por María Antonieta
Campos Badilla
Siempre me ha gustado la frase de García Márquez “YO soy mía”.
Pero me gusta, no para resolver mi vida como él la resuelve para el personaje
de su novela, porque resulta que el
libro que yo escribo es el de mi vida que es única y maravillosamente especial.
Así que yo decido.
Quiero una vida calma, llena de aire fresco y de verde, saludable,
próspera, feliz, tierna, llena de amor y dulzura, ¡linda y MÍA! Quiero poder
decidir si salgo o no salgo, a qué hora me acuesto y qué voy a cenar. Quiero
disfrutar todo lo que hago. Quiero saber que mi trabajo vale y venderlo con justicia.
Quiero comerme el fruto de lo que yo trabajé.
Quiero decidir viajar en un crucero conmigo y para mí.
Quiero vivir con quien me acompaña y me hace sonreír, pero antes quiero poder
vivir conmigo y sonreírme cuando me asomo al espejo.
Yo soy mía significa que me abrazo cada día y que logro que
ese abrazo sea suficiente para mí. Y luego, no es mi obra que ese abrazo
atraiga tantos abrazos más que no me quepan en el cuerpo; esa es la ley de la
vida: “Echa tu pan al agua y en una ola lo hallarás” (Eclesiastés 11:1). Lo que
hacemos da fruto, aun lo que hacemos por nosotros mismas.
Yo soy mía significa que me amo intensamente y que ese amor
me satisface. Que me cuido y mis cuidados se me notan. Que me doy y me proveo
con mis manos. Que recibo toda buena dádiva que venga del amor puro y veraz.
Yo recibo, y tengo tanto que comparto con gusto; mas no me
vendo porque no pienso dejar de pertenecerme.
Recuerdo con frecuencia la frase de aquella parábola: “Bien,
buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en
el gozo de tu señor”. (Mateo 25:23) Esta es la primera tarea que me ha
sido encomendada, este el primer legado de Dios para mí en la tierra: YO MISMA.
Para luego tener cómo amar a Dios… y al prójimo como a MI MISMA.