Programa Manualidades y Arte para la Autoafirmación
TARDES DE MANUALIDADES Y CAFÉ
Décima tercera reunión: 30 de mayo de 2014
¿Qué es el Pasado?
¿Qué es el pasado?
En 1 Corintios
3: 9 dice: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois
labranza de Dios, edificio de Dios.”
Nuestras vidas
tienen un propósito, un plan, una razón de ser dentro de la majestuosidad del
universo y la eternidad que Dios ha puesto en nuestro corazón (Eclesiastés 3:11);
ninguna de las experiencias que hemos pasado ha sido en vano y todas conducen a
un buen fin (Jeremías 29:11). Sin embargo, el pasado no es absolutamente determinante
en nuestras vidas, nosotros somos colaboradores de Dios en ese proceso de
construcción y como colaboradores podemos decidir qué es lo que hacemos con
nuestro pasado.
En el mismo
pasaje de Corintios 3, se hace una analogía de nuestra vida con el proceso de
construcción de un edificio y con la materia prima que se utiliza para
construir. Se nos exhorta a construir con oro y no con hojarasca.
Pero, ¿cuál
oro o cuál hojarasca? Por el contexto se me ocurre que el libro puede referirse
a lo que tenemos en nuestra mente, a la corriente de pensamiento que decidimos
seguir. “Yo soy de Pablo o yo soy de
Apolos”, los corintios discutían sobre la escuela a la que querían seguir, las
escuelas de pensamiento que en la época surgían para determinar cuáles de los
escritos de la Biblia, y cuáles interpretaciones eran las más “correctas”.
Recordemos que
en la época los escritos de la Biblia eran copiados a mano por los escribas,
que cada libro requería de una gran cantidad de ovejas para hacer los rollos en
los que se copiaba la información, y que más adelante se utilizaban los
papiros, pero que en todos los casos eran personas que a mano hacían copias que
se enviaban a cada pueblo y que para difundir el mensaje lo más completo
posible se reunía a las personas para leer la palabra a manera de escuelas o
grupos de estudio; algunos de los escritos se perdían, otros iban con errores
en las transcripciones o traducciones, otros con simples omisiones en la
escritura que hacían que las personas discutieran sobre el significado de lo
que se había escrito.
¿Quién tenía
la razón? A partir de ese momento ya había eruditos tratando de descifrar de la
manera más fidedigna el mensaje original de Cristo. Ahora sabemos cuáles libros
y cuáles traducciones porque contamos con años de investigaciones de expertos
que han comparado todas las copias de los libros de la Biblia y han llegado a
la conclusión de cuáles son las ideas correctas con base a los contenidos que
se obtienen en común.
Se parece esta
antigua discusión a las que se realizan hoy en las universidades sobre las
explicaciones filosóficas, psicológicas, sociológicas, antropológicas y
sociales en general sobre el sentido de vida de los seres humanos. Y ¿quién
tiene la razón? De cierto, el que la tuviera estaría construyendo su vida con
oro. La razón, la ciencia, la sabiduría, son materiales valiosos en la construcción
de una vida.
Dios es quien
hace el diseño, el que labra en nuestra tierra, el que permite en nuestra vida
experiencias que nos den oportunidades para aprender, para entender sus
propósitos, los secretos muy guardados y
los tesoros escondidos (Isaías 45:3).
¿Qué es el
pasado? Nada sino un conjunto de experiencias que se convierten en sabiduría
cuando son interpretadas con temor de (amor a, confianza en) nuestro Dios, cuando
confiamos en el sentido de nuestra existencia. Nuestra historia con sus
experiencias buenas y con aquellas que no son tan agradables es nuestra materia
prima y podemos escoger una construcción de carbón o de diamantes.
En la vida
usted tendrá muchos materiales para escoger. ¿Qué quiere pasarle a Dios?, ¿oro
u hojarasca?, ¿el resentimiento y el temor o sagacidad para protegerse y la
valentía que son producto de las experiencias difíciles?, ¿la amargura o la
libertad que da el perdón ante los recuerdos dolorosos?, ¿desesperanza o
positivismo y capacidad de adaptación ante la frustración por lo que no ha
salido como esperaba?
Hay muchas
maneras de enfrentar los problemas, hay muchas formas de asumir el pasado;
usted puede decidir que sus recuerdo los derroten o le enseñen, usted puede
dejar que las palabras que le dijeron lo(a) hagan sentir pequeño(a) o que
simplemente le recuerden que hay otras personas que se sienten pequeñas y
tratan de ofender a los demás, ante esa circunstancia usted puede recordar que
su esencia no depende de lo que otros digan, sino de la obra maravillosa que
Dios hace en usted, de su gran propósito.
Construir con
oro es eso, mirar en la materia prima que le han dado sus experiencias y
decidir tomar aquellas enseñanzas que son más positivas para la construcción de
su vida. Recuerde que el mismo pasaje de 1 de Corintios 3 nos dice “todo es
vuestro”, todo el conocimiento y la sabiduría de Dios estarán en usted por
medio del Espíritu Santo para ayudarle a escoger lo mejor. ¡Sea la mejor
colaboradora de Dios!, escoja con cuidado las palabras y pensamientos que
quiere rescatar de su pasado, y que su tiempo para recordar y para pensar en el
presente o en el futuro sea invertido con sagacidad escogiendo “lo mejor del
trigo… la miel de la roca” (Salmo 81:16).