martes, 29 de septiembre de 2015

Conectarse con los sentidos: Comerse el Mundo con los Ojos

Programa Manualidades y Arte para la Autoafirmación
TARDES DE MANUALIDADES Y CAFÉ
23 de setiembre de 2015

CONECTARSE CON LOS SENTIDOS
 V PARTE

Comerse el Mundo con los Ojos


Escuché muchas veces esta frase cuando estaba en la universidad: “Comerse el mundo con los ojos”. La decían mis profesores cada vez que querían referirse a una persona que miraba todo y que quería descubrirlo todo con su mirada, como los infantes cuando están tan pequeños que todo les parece nuevo y buscan explorar más y más aquello que se presenta ante ellos.
Cuando nos hacemos grandes a muchos se nos olvida cómo hacerlo, cómo observar lo que ocurre a nuestro alrededor sin que nuestros pensamientos y preocupaciones pongan un velo a nuestros ojos. Entonces necesitamos entrenarnos de nuevo para ver.
Hagamos ejercicios de observación, ejercicios que te vuelvan a conectar con la vida y te permitan ubicarte en el aquí y el ahora por medio de la vista. Aquí te propongo algunos:
1.       Cuanto te estés alistando saca un momento para observas tu armario, el lugar donde guardas la ropa, ¿cuenta cuántas blusas o camisas tienes? ¿qué tipo de prendas hay?, ¿cuántas telas? ¿podrías distinguir cuáles son calientes y cuáles son frescas sin tocarlas? ¿cuál es el color que más se repite?
2.       Al salir de tu casa observa en tu barrio, ¿cuántas casas tienen jardín?, ¿qué tipos de plantas hay?, ¿tienen acaso flores? Y las casas que no tienen jardín ¿qué tienen?
3.       Cuando vayas en el auto o en el bus y no seas tú el chofer, observar los árboles o los edificios, trata de contar cuántos tipos de verdes o grises puedes observar en el panorama o cuáles son las formas que más se repiten. Hazlo por lo menos durante tres minutos.
4.       Cuando subas las gradas observa la distancia que hay entre cada una de ellas, observa el material de que están hechas, observa los colores, observa si existe alguna combinación especial de materiales, si alguna textura te ayuda a no deslizarte, si alguna baranda te sirve para sostener tu brazo. Observa y al terminar haz un repaso de lo observado.
5.       Al sentarte en frente de tu escritorio, detente un momento, observa todo lo que está allí antes de encender tu computadora o antes de abrir tu agenda. Mira: ¿Cuántos lápices hay?, ¿cuántos adornos?, ¿cómo es la mesa?, ¿qué está más cerca y qué está más lejos?, ¿qué de lo que observas es lo que ocupas más durante el día?, ¿te gusta lo que ves?
6.       Antes de encender el televisor observa el lugar en donde te sientas, los objetos que hay a tu alrededor, ¿cuántos muebles hay?, ¿cuáles colores?, ¿cuántos adornos?, ¿cuántos desordenes? ¿Te gusta lo que ves?
7.       Si tienes un tiempo para sentarte frente al jardín de tu casa, o en un parque, observa, ¿qué ves frente a ti?, ¿cuántas plantas hay, de qué tipos, de qué colores, de qué tamaños?, ¿cuántas personas o animales ves y qué están haciendo?, ¿cómo se ve el cielo, está nublado, está soleado, lloverá, qué piensas de esto? ¿Cuánta luz hay?, ¿le agrada a tus ojos la cantidad de luz que hay?, ¿te gustaría más claridad o algo de oscuridad? Ahora cierra tus ojos, siéntelos, ¿cómo se sienten tus ojos?

Es mi deseo que cada persona que asista a nuestros programas de atención pueda aprender a ver el mundo de manera consciente. ¡Que teniendo ojos podamos ver!, y que si no podemos ver con claridad, entonces encontremos sanación para nuestra alma y luz para nuestra vista. Como cita el evangelio de Lucas (capítulo 24, verso 31): “Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron”.

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