miércoles, 28 de marzo de 2018

Desafío de Amor

Estoy viendo Animal Planet. Cuando estoy estresada es una maravillosa forma de soltar el día, porque veo cómo la naturaleza es un reflejo de la maravillosa luz de la Divinidad Creadora. Me enamoro rápidamente de la perfección del ciclo de la vida y descanso en la idea de que mi tiempo y mi propósito en la Tierra son perfectos y serán cumplidos sin esfuerzo, así como una rosa da su aroma sin planearlo. La rosa es. El leopardo es. Yo soy.
Pues hoy estoy viendo un programa de los desafíos de los animales cazadores para sobrevivir en los diferentes tipos de entornos del planeta. Cada tipo de ecosistema presenta un diferente desafío para obtener alimento y sobrevivir. 
El locutor dice: "Los depredadores necesitan estar en perfecta conexión con su presa y con su entorno para poder sobrevivir". Según yo, esto es igual a decir que para sobrevivir en el entorno en que nos tocó nacer debemos conocer este entorno y conocer nuestro objetivo fundamental de supervivencia.
Los leopardos, los ñues, los delfines saben quiénes son, dónde están, qué necesitan alcanzar para sobrevivir y cuál es el desafío que deben vencer para alcanzarlo.
¿Y yo?, ¿será que yo también lo tengo claro? Veamos:
1. Sé que yo soy un ser humano, que soy mujer y que me encanta serlo. 
2. Sé que vengo de la Fuente de Luz Divina y que vine para aprender a reconocer lo espiritual desde lo material y, así, conectarme con el Amor (que es espiritual) para materializarlo en acciones de cuidado a mí, a mi entorno y a los seres que me rodean, que son parte de esa misma Luz (de ese mismo Dios) de donde yo provengo.
3. Sé que mi desafío para sobrevivir, entonces, es AMAR  a pesar de las circunstancias de odio, intolerancia, abuso, avaricia, violencia y cualquier otra más fácil o más difícil de enfrentar. 
4. Y sé que cuento para ello con mi habilidad de ver bondad, justicia, misericordia, compasión, perdón, generosidad y cualquier otra buena cualidad en los demás, en mí y en todo lo que nos rodea. Es decir, que si encuentro a Dios en todo esto me es más fácil Amar.
Y si parece que estoy tan clara con respecto a mi desafío o propósito de existencia, ¿qué es lo que hoy me agobia tanto que me hace huir de mi entorno inmediato a mi programa de televisión? Pues que yo he vivido con el deseo de que todos busquen ese amor incondicional, y ahora quiere entrar a mi país un nuevo movimiento político teocrático que desea imponerle condiciones al Amor.
El Amor es voluntario y me duele y me alarma la herejía de tratar de imponerlo. Peor aún, me enfada e indigna la idea de que algunos crean que su forma de Amor es la única real y "permitida". ¡Cuánto se puede deformar la consciencia espiritual de Dios y del Amor como para creer que se puede meter al Ser Divino en un molde!
Mi frustración hoy me hizo escribir algunos reproches en mis redes sociales para ver si alguien comprendía mi angustia y se aliaba conmigo para despertar consciencias.
Luego, me rendí y enciendí el televisor, y vi  la introducción del programa y la pregunta "¿cuál es el desafío?"
Me respondí: Mi desafío es amar. ¿A quién? Al político oportunista (al religioso y al que solamente busca un buen negocio), a los feligreses de corazón sincero que quieren que se imponga su estilo de Amor, a los que viven otras clases de amor y se sienten rechazados y ofendidos por los primeros, a los que oponen resistencia a la amenaza de libertad, a los que estudian y entienden, a los que no estudian tanto, a los que ofenden, a los que defienden, a los que callan... a todas las personas.
¿Cómo amo a todas las personas?, ¿cómo hago justicia en esto?
Para responderme, recordé un versículo de esa Biblia que unos quieren imponer con interpretaciones a conveniencia, esa Biblia que a mí me llegó un día con libertad y que yo quise leer con ojo crítico y así me enseñó a Amar:
"La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde los cielos". (‭‭Salmos‬ ‭85:10 y 11)
Esto es lo que interpreto de ese texto:
Si yo hablo con verdad desde la tierra donde vivo, el cielo me hará justicia en ese esfuerzo de amor a todos; esa verdad hablada con misericordia (con consideración a los sentimientos del otro) producirá frutos de justicia y paz.
Por esto, sin ofender a mis hermanos(as) (mis hermanos(as) son todas las personas que me rodean), hoy digo con amor mi verdad, en espera de que los cielos hagan justicia: Digo que la ética cristiana no debe ser parte del gobierno, ni de la política, ni de la ley, porque esta es una ética que se vive por amor, de manera voluntaria y si no pierde su mérito ante Dios y la creación. 
Sí, hay que dejar que el pueblo peque si quiere, y atraer al Amor solamente con Amor. Sólo el testimonio de las vidas que se llevan Amor puede provocar esta atracción. ¡No se puede obligar a Amar, ni se puede obligar a hacerlo de una forma específica!
Y hay dejar que sea Dios quien juzgue, porque somos seres falibles, nuestra idea de lo que es el Amor podría estar equivocada, o podría ser incompleta. Dios nos va guiando y su única solicitud es que Amemos de la mejor manera en que podamos sin juzgarnos. Él es el único juez, Él es Amor.
Amemos, cuidemos, ofrezcamos nuestra mano amiga, pero no, no, no convirtamos a Dios en un negocio político que le quita todo el mérito al mensaje de gracia de Jesús.
Amar en libertad es nuestro más grande desafío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario