viernes, 14 de febrero de 2014

Un Día de Verdadero Amor y Amistad

Programa Manualidades y Arte para la Autoafirmación

TARDES DE MANUALIDADES Y CAFÉ
14 de febrero de 2014

Un Día de Verdadero Amor y Amistad
Por María Antonieta Campos

¿Por qué hemos decidido celebrar un Día de la Amistad y el Amor? ¿Será por simples razones comerciales?

Algunas personas disfrutan mucho el proceso de adquisición de nuevas posesiones, otras disfrutan de la creación de eventos, sorpresas, detalles decorativos y momentos especiales. Pero algunas otras se muestran muy agradecidas por estar rodeadas de personas especiales que han dado evidencias claras de querer cuidarles y  valoran todo el cariño que han recibido de estas. Para estas últimas personas es que hoy escribo esta reflexión.

Antes de celebrar, detente y piensa un poco, aun para las fiestas pequeñas se requiere algo de planificación:

¿Quiénes son las personas queridas, los amigos y personas amadas que merecen estar contigo en este día especial?
¿Quién ha trabajado por ti, quién ha llevado el pan a tu mesa, te ha acompañado en los momentos de más necesidad y ha compartido contigo lo mejor que tiene (esto incluye compartir sus juguetes, su almohadita, su mascota o su más preciada pertenencia)?
¿Quién te ha escuchado, te ha consolado, o quién ha callado ante ti sin juzgarte?
¿Quién te ha perdonado... lo ha hecho varias veces?
¿Quién ha estado contigo cuando has estado enferma, cuando no has tenido dinero, cuando te has visto derrotada en tus esfuerzos laborales o académicos?
¿Quién espera por ti, quién te admira?
¿Quién reconoce tus cualidades, sin interesarse por lo material o superficial que puedas aportar?
¿Quién te ama?

Ahora, no te apresures, no es suficiente saber quién te ha dado, quién ha hecho por ti o quién te ha amado. Pregúntate también:

¿Quiénes son las personas a las que amas?
¿Por quién has trabajado y a quién le has dado lo mejor que tienes?
¿A quién escuchas, a quién consuelas con gusto y por quién callas sin juzgarle?
¿A quién has perdonado (sin ponerte en riesgo, respetándole y respetándote a ti misma)?
¿Con quién estás en la enfermedad, a quién cuidas y valoras de manera incondicional?
¿Por quién te esfuerzas, a quién le dedicas la mayor parte de tu tiempo, a quién le demuestras tu admiración?
¿A quién reconoces sus cualidades, cómo y cuánto lo haces?
¿A quién valoras no por lo que te aporta materialmente sino por su corazón?

¿Has puesto los mismos nombres en ambas listas? Si son diferentes, tu vida ha de mostrarse inestable y tu corazón probablemente esté en riesgo de romperse. Ante tal dilema, quizás haga falta un pequeño proceso de reflexión, uno basado en principios y valores, uno que rescate tu dignidad y la de todas las personas que te rodean y que te ayude a tomar decisiones para encontrar balance y felicidad para todos.

Ahora bien, si en ambas listas has puesto los mismos nombres, ya sabes quiénes son las personas que merecen disfrutar contigo esta celebración. El Día de la Amistad y el Amor, debería servir para esto, para reflexionar y evaluar la forma en la que establecemos nuestros vínculos afectivos más cercanos, para tomar decisiones que fortalezcan los buenos vínculos, para sacar de nuestra vida lo que los arriesga, lo que arriesga tu bienestar y el de las demás personas. 

Cualquiera sea la forma en la que decidas celebrar, disfruta con cada persona que te ama y a quién amas con principios de honestidad, lealtad y respeto mutuo. Ama y no temas ser amada con buenos principios porque es una parte de lo mucho que mereces.


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