viernes, 28 de marzo de 2014

Una Vida llena de Esperanza


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Una Vida llena de Esperanza
Por María Antonieta Campos

Los científicos sociales tocan con frecuencia el tema de la esperanza. Nuestro futuro (individual y social) tiende a preocuparnos más de lo que deseamos y por el desgaste consecuente existen muchas propuestas teológicas que nos motivan a hacer esfuerzos por mantenernos en el aquí y el ahora.

¿Es que acaso está  mal pensar en el futuro? No necesariamente; de hecho es bueno pensar en el futuro cuando estamos trazando planes en nuestro proyecto de vida. Lo que resulta inconveniente es pensar en el futuro con temor.

La mayoría de denominaciones religiosas cristianas motivan a sus feligreses con la repetición de versos como estos: "Esperanza contra toda esperanza”, "Los pensamientos de Dios para con nosotros son pensamientos de paz y no de mal para darnos el fin que esperamos", "En paz me acostaré y así mismo dormiré, porque sólo tú mi Dios me haces vivir confiado". Se trata de promesas bíblicas sobre el bienestar futuro.

Otras posturas espirituales profesan una naturaleza bondadosa y generosa en la creación y recomiendan la repetición de mantras y de afirmaciones positivas sobre el futuro: "Todo está bien en mi mundo", "el universo trae a mí cosas buenas", "la gente quiere ayudarme".

Algunos, con el deseo de dar un corte más científico a sus propuestas, hablan de programación lingüística y reestructuración cognitiva: es decir, nos proponen ejercicios para cambiar nuestros pensamientos y afirmaciones negativas e irracionales por otras más positivas, racionales y productivas para nuestra vida.

¿Y por qué algunos necesitan de nuevos paradigmas, filosofías, terapias y una gran cantidad de esfuerzos para aprender a pensar con esperanza, mientras que otros parecen nacer con la convicción de que todo les saldrá bien?¿Por qué es sencillo pensar positivamente para unas personas y para otras su mundo se concibe como un riesgo o una amenaza permanente a su bienestar?

Para muchos la limitación es química--por ejemplo, los descontroles hormonales de la menopausia pueden hacer que las mujeres sientan temores fuertes e inesperados que viene y van y desestabilizan su rutina; también están quienes usan algún medicamento con efectos secundarios como los descongestionantes de uso común que pueden elevar los niveles de ansiedad en las personas--, la producción de ciertas sustancias en el cuerpo puede convencernos de que los pequeños riesgos son daños inmanentes. Para otros la limitación es genética y/o aprendida; este es el caso de quienes vienen de una familia en donde la desconfianza y la desesperanza son el pan de todos los días.

Pero siempre existe el que dentro de una familia, dentro de un grupo social, o dentro de un entorno laboral complejo rompe la norma y parece estar siempre contento, esperanzado y positivo. ¿Qué es lo que caracteriza a estas personas?, ¿qué las hace diferentes? y ¿cómo es que a pesar de que se esfuerzan igual o menos que los otros siempre parecen obtener mejores resultados en sus vidas personales que todos los demás?

Estas son las personas que no sólo piensan y repiten las promesas, mantras, afirmaciones o pensamientos racionales de memoria, sino que los viven de manera natural. 

He visto que estas personas detectan oportunidades en todo; por ejemplo, una oportunidad de cambiar de trabajo cuando amenazan con despedirte, una oportunidad de encontrar una receta nueva cuando lo que estabas haciendo se echó a perder, una oportunidad de comer afuera cuando las carreras del día te obligaron a llegar tarde al hogar...; estas son personas que detectan las cualidades de todos los demás y las dicen sin que se les note algún esfuerzo especial, por ejemplo: En vez de analizar a su compañero de trabajo como alguien que le hace competencia, admiran públicamente el hecho de que sea muy organizado;  y si la jefa cambia todas sus propuestas, la califican como una persona muy innovadora; de los hijos desordenados dicen que son muy creativos, que son amables, que son sensibles o cualquier cualidad que sea superior al defecto que otros podrían criticar fuertemente, y en cuanto al orden, sólo ponen límites con amor; de sus estudiantes rebeldes, si es que dicen algo, lo que cuentan es que se están portando mucho mejor y están teniendo mejores resultados; para estas personas el vecino  o compañero de al lado siempre es una persona comprensiva con la cual se podría conversar para resolver cualquier problema.

La diferencia que he notado entre estas personas siempre sonrientes y todos los demás es simplemente eso: ellos siempre dicen algo positivo de los demás y de sus circunstancias, a pesar de que vean de manera racional todos los posibles riesgos se animan a mencionar las posibilidades positivas existentes. Es una sencilla diferencia: se trata de decir el versículo bíblico de manera aplicada.

He aquí el reto de esta semana para comenzar a desarrollar una vida llena de esperanza: Todos los días escribe en tu diario tres cosas buenas que te pasaron, tres oportunidades que tienes, tres bendiciones que vendrán, tres cualidades de una de las personas que tengas al lado y que a ti te benefician.

Todos los profetas, los sabios, los filósofos, los psicólogos, los consejeros, nos han dado recomendaciones poderosas para determinar para nosotros un buen porvenir; Jesucristo nos ha dado su "palabra viva y eficaz, más cortante que toda espada de dos filos, que penetra hasta partir el alma...",  palabra viva que según el sermón del monte debe ser sembrada y cosechada.

Sembramos esperanza diciendo esperanza, ¡apliquemos las palabras positivas a nuestro contexto real!, apliquémoslas todos los días hasta que este buen hábito se convierta en un estilo de vida con esperanza.


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