Indulgencia
Por María Antonieta
Campos
¿Te amas? Libérate de tus juicios
hacia ti mismo.
¿Te amas? Acéptate.
¿Te amas? Valórate.
¿Te amas? Deja el pasado atrás y
construye uno nuevo.
¿Te amas? Suelta todo lo que te
aprisiona.
¿Te amas? Anímate a ser el/la
primero(a) en tu vida
¿Te amas? Pon tu paz (no tu
deleite) como prioridad. La paz te llevará a nuevas formas de ser feliz.
¿Te amas? Pon tu paz (no el
bienestar de otros) como prioridad. La paz te llevará a nuevas formas de amar;
y el libre albedrío y libertad que le otorgas a otros los llevará a su
bienestar personal.
¿Te amas? Acepta que mereces una
buena vida. Acepta que los otros merecen bienestar. Acepta que el bienestar
mayor se logra en libertad. Tu camino merece ser bueno sin depender de nadie
más.
¿Te amas? Delimita tu camino. Pon
límites. Expresa tus límites. Di también, si quieres, cuando otros han pasado
los límites que debían y hazles saber que no los pasarán más. Defiende tus
límites con tu propia fuerza y con la fuerza de aquellos que te aman. Y que en
esta lucha tu mayor fuerza sea el amor.
¿Te amas? Perdona a los otros y
déjalos ir en tu mente y en tu corazón. Hazlo por tu paz personal.
¿Te amas? Define lo que quieres
en ese camino de paz y libertad. Anímate a decir lo que quieres, a pedir lo que
quieres, a defender lo que quieres. Lucha por lo que quieres. Hazte un horario
que te permita hacer lo que deseas, lo que anhelas lo que amas. Asigna recursos
para hacerlo.
¿Te amas? Incluye a las personas
buenas que te aman en algunos de esos planes; en algunos no, reserva algo sólo
para ti.
Las personas que te llenarán de
amor quizás no sean las que en tu imaginario pensaste que debían estar allí,
tal vez no sea un esposo o una madre, tal vez sea tu vecina, tu hermana, tu
amigo. Quien te llena de amor no es un rol social. Quien te llena de amor es el
que está a tu lado en los momentos aburridos y sin importancia, en los días
feriados y festivos, en las buenas y en las malas, en esos días en que no hay
dinero para salir a un bar, en el hospital, en lo absurdo, en la decoración del
nuevo hogar… No importa quien sea, lo que importa es que siempre hay alguien
que está ahí y que te va a abrazar si extiendes tus brazos. Mira bien, allí
está.
¿Te amas? Déjate amar. No hay una
razón, no hay un porqué. No se trata de merecerlo o no. Para todos, el amor
está ahí y “todos los caminos llevan al amor” (Josaya).
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