Una Buena Compañía
Por María Antonieta
Campos
Casi todas las personas manejamos
la noción de que es bueno rodearnos de buena compañía. Pero, he visto que, de
alguna manera, en algunos momentos, no nos resulta fácil definir cuando una
compañía nos resulta buena o no. Para aquellos casos en los que la definición
resulta difícil es bueno utilizar una simple lista de chequeo:
Me siento feliz cuando esta persona está cerca.
No me siento ansiosa ni molesta.
Cuando la persona se ha ido me siento
satisfecha. No me siento ansiosa. No me siento molesta.
Cuando converso con esta persona me siento en
paz la mayoría del tiempo. No estoy preocupada ni triste por esta persona la
mayor parte del tiempo.
Mi salud está bien o mejor desde que conozco a
esta persona. Mi salud no ha decaído ni coinciden mis malestares con las
interacciones o preocupaciones en mi relación con esta persona (aunque sea una
relación llena de experiencias hermosas en otros campos).
Desde que me relaciono con esta persona soy más
productiva, más positiva, mejoran mis relaciones sociales.
Esta persona valora lo que hago con
satisfacción, lo que hago a partir de mis talentos. Me alaba e impulsa, no
critica mis actividades, no detiene mi producción ni me hace dudar de ninguna
de estas actividades de las que me sentía orgullosa desde antes de conocerle.
Esta persona se incluye con facilidad en mis
círculos sociales, no me aísla de ellos.
Esta lista puede servir de
advertencia: La mayoría de relaciones nocivas se establecen con personas que no
cumplen alguno de los puntos anteriores.
Por otro lado, en muy pocos casos
he visto un beneficio de una relación con alguien que no cumpla estos
criterios, y en esos casos, tienden a ser relaciones que se establecen por
algún beneficio específico y temporal; es decir, alguien que nos da apoyo en
alguna área específica y en un momento específico de la vida pero que pronto se
irá porque simplemente no encaja con el resto de la rutina productiva y social
propia.
Una buena compañía encaja con
todo en nuestras vidas y nos impulsa. Si no encaja en todo, aunque sea una buena
persona, no es parte del elenco de tu obra maestra. Ámale si quieres, pero
déjale ir y representar su propia función, mientras que tú disfrutas de vivir
con aquellos que te aman en todo.
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