domingo, 6 de octubre de 2019

Metamorfosis, Parte 6


Recolecciones Post-Metamorfosis
Amas a los recolectores que no han sacado sus alas aún, a los que no ven el paisaje desde arriba, a los que se agobian y te agobian con las tareas de preparación para el destino. Y mientras llega el tiempo de regresar a La Fuente Divina, vives con ellos acá, en un amor muy humano y muy sagrado también. Tus amados mantendrán los consejos para tu libre albedrío; les enseñaron que eso era lo mejor para ayudarte a tener un buen destino:
—Hey, las frutas de arriba estarán muy ricas, pero no tienen suficientes proteínas—dicen unos.
—Aún estás en la Tierra; “no solo de pan vive el hombre” pero también hay que comer pan—dicen los otros.
Y sí, el que vive en sociedad algunos pagos hará, o se sale del sistema y otros esfuerzos deberá enfrentar. Esa convivencia amorosa requiere un equilibrio entre el volar y el apoyar un atrofiado esfuerzo de producción que los otros parecen querer-necesitar un poco más que tú.
Cuando vuelas con las alas nuevas no sabes cómo bajar y recolectar semillas del suelo sin lastimarte o lastimar al que por el camino va. Y también está la dificultad de aprender a utilizar con premura toda una gama de instrumentos que aparecieron en tu carcaza durante la trasmutación y que no se parecen en nada al tradicional modo de recolección.
Un riesgo muy grande existe entonces; si te apegas a las costumbres y herramientas del pasado poco recogerás; y si empiezas a cargar el “por si acaso”, el peso no te dejará elevar.
Entonces, parece que necesitas nuevas formas de producción-recolección, y las nuevas herramientas, y escoger nuevos productos para recolectar (tesoros que satisfagan a un ser que vuela y que, al mismo tiempo, vive y ama a la sociedad que corre). En ese momento, saber cómo utilizar tu nuevo potencial será de gran utilidad.
¡Necesitas flexibilidad para poder aceptar un cambio de vida, un cambio de método, un cambio de herramientas! Y también necesitas un tiempo para poder practicar.
—¡Más tiempo!—preguntan tus cercanos—el invierno ya ha empezado, ¿cuánto más esperarás?
Después de la metamorfosis hay premura, así, entre más pronto practiques, más pronto aprenderás; pero no te abrumes, hay dos principios fundamentales que recordar. El primero ya lo sabías: Es en la quietud en donde encuentras a Dios, así que un tiempo de quietud y meditación al día deberías reservar. El segundo es más sencillo aún, porque es la certeza de que la Divinidad abrirá para ti nuevos caminos de provisión.
Sí, aún tienes tiempo. ¿No es ese de quien se dice que “hizo llover sobre ellos maná para comer, y les dio comida del cielo”? “Al que pide se le dará”, ayuda Divina siempre tendrás. (Salmo 78:24 y Mateo 7:7a).


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